
En el corazón montañoso de Puerto Rico se encuentra Adjuntas, un pequeño pueblo que está logrando avances monumentales en el ámbito de la energía renovable. Con una población de 17,600 habitantes, Adjuntas se ha convertido en un faro de esperanza y resiliencia. Lidera el camino con la primera microrred solar cooperativamente gestionada del archipiélago. Este proyecto innovador no es solo un logro tecnológico, sino un símbolo de la fortaleza y autosuficiencia comunitaria.
Un Nuevo Amanecer para la Resiliencia Energética
El camino hacia la independencia energética en Adjuntas comenzó tras el huracán María en 2017. La devastadora tormenta dejó a los residentes sin electricidad durante casi 11 meses. Ha destacando la fragilidad de la red eléctrica centralizada y anticuada de Puerto Rico. La comunidad, liderada por la organización sin fines de lucro Casa Pueblo y apoyada por la Fundación Honnold, emprendió un ambicioso proyecto para instalar una microrred solar comunitaria.
La micro red, compuesta por alrededor de 700 paneles fotovoltaicos y un robusto sistema de almacenamiento de baterías, es capaz de proporcionar hasta 187 kilovatios de energía. Este sistema innovador puede suministrar electricidad fuera de la red a 14 negocios del centro durante hasta 10 días. Esto asegura que los servicios esenciales permanezcan operativos durante los cortes de energía. Los negocios conectados a la microrred sirven como centros comunitarios. Proporcionan servicios críticos como refrigeración para alimentos y medicinas, y estaciones de carga para dispositivos electrónicos.
El Poder de la Acción Comunitaria
El establecimiento de la microrred es un testimonio del poder de la acción comunitaria y los movimientos de base. “Este es un proyecto pionero,” dijo Kate Trujillo, directora adjunta de la Fundación Honnold. “Es increíble verlo todo fusionarse.” El éxito se debe a los esfuerzos colaborativos de los residentes locales, negocios y organizaciones sin fines de lucro.
Arturo Massol-Deyá, director ejecutivo de Casa Pueblo, enfatiza las implicaciones más amplias del proyecto. “Queremos ayudar a descolonizar Puerto Rico,” afirma, destacando cómo la energía renovable local puede fomentar la autonomía económica y política. Al reducir la dependencia de los sistemas de energía centralizados, Adjuntas está sentando un precedente para comunidades en Puerto Rico.
Un Modelo de Energía Sostenible
La infraestructura energética de Puerto Rico ha estado plagada durante mucho tiempo por la ineficiencia y la falta de fiabilidad. Los huracanes exacerban esta situación, dejando a menudo a los residentes sin electricidad durante semanas o incluso meses. La microrred en Adjuntas ofrece una solución viable a estos desafíos. Proporciona una fuente de energía resiliente y sostenible que puede resistir desastres naturales.
El proyecto ha atraído la atención de diversas entidades, incluyendo el Departamento de Energía de EE. UU. Agustín Carbó, director del equipo de modernización y recuperación de la red de Puerto Rico del Departamento, destaca la importancia de los movimientos de base para impulsar tales iniciativas. El interés del Departamento de Energía en apoyar proyectos solares comunitarios similares podría allanar el camino para una adopción más amplia de microrredes en toda la isla.
Cynthia Arellano de la Fundación Honnold, que contribuyó con $2 millones al proyecto de Adjuntas, cree que esto podría ser el comienzo de una transformación significativa. A medida que más comunidades adopten iniciativas similares, Puerto Rico podría experimentar un cambio importante hacia la energía renovable. Esto podra reducir costos y aumentar la resiliencia contra futuras tormentas.
Superando Desafíos
La infraestructura energética de Puerto Rico ha estado plagada durante mucho tiempo por la ineficiencia y la falta de fiabilidad, con frecuentes cortes de energía incluso en buen clima. Los huracanes exacerban esta situación, dejando a menudo a los residentes sin electricidad durante semanas o incluso meses. La microrred ofrece una solución viable a estos desafíos, proporcionando una fuente de energía que puede resistir desastres naturales.
El proyecto ha atraído la atención de diversas entidades, incluyendo el Departamento de Energía de EE. UU. Agustín Carbó, director del equipo de modernización y recuperación de la red de Puerto Rico del Departamento, destaca la importancia de los movimientos de base para impulsar tales iniciativas. El interés del Departamento de Energía en apoyar proyectos solares comunitarios similares podría allanar el camino para una adopción más amplia de microrredes en toda la isla.
Cynthia Arellano de la Fundación Honnold, que contribuyó con $2 millones al proyecto de Adjuntas, cree que esto podría ser el comienzo de una transformación significativa. A medida que más comunidades adopten iniciativas similares, Puerto Rico podría experimentar un cambio importante hacia la energía renovable.
Un Faro de Esperanza
La finalización de la microrred marca un hito significativo para Adjuntas, pero también sirve como un faro de esperanza para otras comunidades que enfrentan desafíos similares. “Hará las cosas que realmente ayudan a las comunidades a mantenerse unidas durante cortes de energía y desastres naturales,” dijo Trujillo. “Es un faro de luz, tanto figurativamente como literalmente, en tiempos de necesidad.”
El éxito de la microrred ha inspirado a otros pueblos en Puerto Rico a explorar proyectos similares. Por ejemplo, el pueblo de Maricao está trabajando con la Fundación Monte Azul para desarrollar su propia microrred.
Impacto Político y Económico
Más allá de los beneficios inmediatos de la energía fiable y sostenible, la microrred tiene implicaciones políticas y económicas significativas. Al reducir la dependencia de los combustibles fósiles, comunidades como Adjuntas pueden liberarse del ciclo de inseguridad energética. Este cambio es crucial para fomentar el desarrollo local y la autosuficiencia.
El impacto económico de la microrred se extiende más allá de los ahorros en energía. Al vender electricidad a la red principal de Puerto Rico a través de un acuerdo de compra de energía, la Asociación de Energía Solar Comunitaria de Adjuntas puede generar ingresos para mantener la microrred y financiar nuevos proyectos comunitarios. Este modelo de energía renovable de propiedad comunitaria crea un ciclo económico sostenible. Con este ciclo se benefician los residentes y negocios locales.
Un Llamado a la Acción
El éxito de la microrred ha demostrado que los proyectos de energía dirigidos por la comunidad son también altamente efectivos. A medida que los desastres naturales se vuelven más frecuentes, la necesidad de soluciones energéticas sostenibles es más urgente. Las comunidades de todo Puerto Rico y los EE. UU. pueden aprender del ejemplo de Adjuntas y tomar medidas para desarrollar sus propios proyectos de microrredes.
“Podemos cambiar nuestro sistema energético, se puede hacer — hemos demostrado que se puede hacer,” dijo Massol-Deyá. El proyecto de la microrred es una poderosa declaración sobre el potencial del cambio impulsado por la comunidad. Al tomar el control de su futuro energético, los residentes de Adjuntas están construyendo una sociedad más resiliente, sostenible.
Mirando hacia el Futuro
A medida que Adjuntas celebra la finalización de su microrred, el pueblo mira hacia un futuro donde la resiliencia y la sostenibilidad energética sean la norma, no la excepción. Los esfuerzos de la comunidad han sentado una base sólida para el progreso y la innovación continua en energía renovable. Con el apoyo de organizaciones como Casa Pueblo y la Fundación Honnold, y el creciente interés de las agencias federales, el futuro de la energía solar comunitaria en Puerto Rico se ve prometedor.
La inauguración de la microrred con la festiva “Marcha del Sol” por el centro de Adjuntas es más que una celebración; es un llamado a la acción para que otras comunidades sigan su ejemplo. A medida que Puerto Rico continúa recuperándose de huracanes pasados y preparándose para futuros, el éxito de la microrred de Adjuntas ofrece una visión esperanzadora de lo que es posible cuando las comunidades se unen para tomar el control de su destino energético.
Mirando hacia el Futuro
A medida que Adjuntas celebra la finalización de su microrred, el pueblo mira hacia un futuro donde la resiliencia y la sostenibilidad energética sean la norma, no la excepción. Los esfuerzos de la comunidad han sentado una base sólida para el progreso y la innovación continua en energía renovable. Con el apoyo de organizaciones como Casa Pueblo y la Fundación Honnold, y el creciente interés de las agencias federales, el futuro de la energía solar comunitaria en Puerto Rico se ve prometedor.
La inauguración de la microrred con la festiva “Marcha del Sol” por el centro de Adjuntas es más que una celebración. Es un llamado a la acción para que otras comunidades sigan su ejemplo. A medida que Puerto Rico continúa recuperándose de huracanes y preparándose para futuros, el éxito de la microrred de Adjuntas ofrece una visión esperanzadora de lo que es posible cuando las comunidades se unen para tomar el control de su destino energético.
Ejemplo A Seguir
La historia de Adjuntas es un poderoso ejemplo de cómo la acción comunitaria y pueden crear un futuro más brillante. Al adoptar la energía solar y la gestión cooperativa, Adjuntas ha establecido un nuevo estándar para la independencia energética. A medida que más pueblos y municipios buscan replicar este modelo. El sueño de un Puerto Rico renovable y resiliente se vuelve cada vez más alcanzable.